¿Sabías que puedes cubrir prácticamente todas las necesidades energéticas de tu hogar con el sol? Gracias a las instalaciones fotovoltaicas un hogar normal puede llegar a cubrir alrededor del 80% de su consumo energético. En los últimos años la tecnología fotovoltaica se ha abaratado enormemente hasta lograr ser muy competitiva, así que es una opción muy interesante si quieres ahorrar en tu factura de la luz. En Esma te damos cuatro consejos para que amortices tu inversión rápidamente.
Elige bien la ubicación.
Seguro que ya lo imaginas pero ¿sabías que España es uno de los países con más horas de sol al año de Europa? Zonas como las islas Canarias, el sureste peninsular (Almería, Murcia y Alicante) o el valle del Guadalquivir (Huelva, Cádiz, Sevilla y Córdoba) se encuentran entre las más óptimas de todo el continente para producir energía solar. Sin embargo, nuestro país está todavía muy lejos de otros países que, pese a tener muchas menos horas de sol al año, generan hasta diez veces más energía de origen solar que nosotros, como Alemania y el Reino Unido. Si quieres sacar el mayor provecho a tu instalación fotovoltaica para autoconsumo necesitas ponerte en manos de un experto que te aconseje cómo y dónde es mejor localizar tu instalación fotovoltaica.
Opta por un acumulador.
La eficiencia de tu instalación fotovoltaica depende en buena medida de que tu consumo coincida en lo posible con las horas de mayor radiación solar. Sin embargo, eso no suele ser lo habitual, ya que generalmente un hogar consume más en las primeras y últimas horas del día, cuando el sol menos calienta.
Así que si quieres sacarle el máximo provecho al autoconsumo energético es importante que valores seriamente la posibilidad de completar tu instalación fotovoltaica con un acumulador de energía. Los acumuladores son baterías en las que se puede almacenar el excedente de energía que no consumas (normalmente en las horas centrales del día, cuando el sol más calienta pero cuando no sueles estar en casa) para recuperarlo más tarde cuando tu consumo supere a la producción, por ejemplo por la noche o en días muy nublados.
Vende tu excedente.
Si quieres pagar aún menos, opta por vender la energía que no consumas. Si tu instalación es una instalación con vertido podrás incorporar a la red eléctrica todo el excedente de energía que no utilices y recibir a cambio de una compensación que se descontará de tu factura eléctrica. Para esto es necesario que contrates primero una tarifa que te permita hacerlo.
Cuida tu instalación.
Tu ahorro final dependerá de la vida útil de tu instalación. Como norma general, este tipo de instalaciones ronda los 25 años de vida de media y no necesitan un mantenimiento complejo. Con pocos cuidados conseguirás que tu instalación rinda de forma óptima muchos años. Además, gracias a los sistemas de monitorización, podrás comprobar el rendimiento de tu instalación a cada momento y detectar a tiempo posibles errores.
No te quedes atrás y empieza ya a producir tu propia energía solar limpia y económica. En Esma tenemos todo lo que necesitas para dar el paso.